Las semillas son pequeñas bombas de nutrientes llenas de proteínas, fibra y minerales y éstas en forma de brotes y microplantas liberan hasta 40 veces más nutrientes que las plantas cultivadas convencionalmente.
Durante la germinación, las semillas comienzan a consumir la energía y los nutrientes almacenados en ellas para apoyar el crecimiento de la planta. Este proceso desencadena una serie de reacciones bioquímicas que resultan en la liberación de nutrientes de la semilla durante el crecimiento.
Por ejemplo, durante la germinación, los carbohidratos de las semillas se descomponen en moléculas más simples, como glucosa y fructosa, que el cuerpo humano puede absorber más fácilmente. Al mismo tiempo, las proteínas se descomponen en aminoácidos y las grasas se descomponen en ácidos grasos.
Las semillas germinadas generalmente contienen más vitaminas y minerales.
Además, la germinación ayuda a activar enzimas y otros nutrientes de las semillas que pueden ser beneficiosos para la salud. Por ejemplo, germinar semillas de hortalizas como frijoles, guisantes y lentejas puede aumentar el contenido de vitamina C y otros antioxidantes.
El problema es que las plantas no liberan fácilmente sus nutrientes. Dentro de la semilla hay una capa incrustada que ayuda a que la planta crezca grande y fuerte. Los cultivos hidropónicos desarrollados por nuestro sistema permiten una liberación más rápida del contenido de nutrientes de la semilla.
Así, a través del proceso de germinación en el sistema Babylon Garden, la semilla se abre y comienza a germinar a un ritmo acelerado, lo que resulta en una liberación de nutrientes más rápida de lo que ocurriría naturalmente en la naturaleza.
Las semillas de Babylon Garden tienen una tasa de germinación de al menos el 80%.
En la naturaleza, una semilla permanece inactiva hasta que entra en contacto con el agua. Todas las enzimas necesarias para iniciar los procesos vitales "duermen" dentro de la semilla. En pocas palabras, las enzimas son sustancias que permiten y aceleran reacciones químicas.
Una vez que la semilla está en el agua y la temperatura es adecuada, dirige toda su energía al crecimiento hasta convertirse en una planta. Las enzimas en reposo cobran vida. Estas enzimas, junto con las enzimas recién creadas durante la germinación, hacen que los nutrientes de la semilla se liberen muy rápidamente.
Los brotes (o semillas germinadas) son una fuente importante de enzimas, que son proteínas especializadas responsables de catalizar reacciones químicas en el cuerpo. Durante la germinación, las semillas desarrollan un mayor contenido de enzimas que pueden ayudar a mejorar la digestión y la absorción de nutrientes.